51 Consejos para Vivir una Vida Mejor
1. Conócete bien a ti mismo
Una importante causa de
frustración es no conocerse a uno mismo adecuadamente. Nos mentimos a nosotros
mismos ya sea por desconocimiento de la verdad o porque nos resistimos a ella.
51 Consejos para Vivir una Vida Mejor
1. Conócete bien a ti mismo
Una importante causa de frustración
es no conocerse a uno mismo adecuadamente. Nos mentimos a nosotros mismos ya
sea por desconocimiento de la verdad o porque nos resistimos a ella. ¿Te
sientes atrapado en una vida que no te hace sentir feliz al 100%? Tómate la
pastilla azul y despierta de una vez de esa pesadilla en la que estás sumido
desde hace tantos años. Tienes que replantearte si los cimientos que sustentan
tu vida son los correctos o no. ¿Por qué? Porque si los cimientos no son los
adecuados todo el edificio se tambaleará y, con el tiempo, acabará por
derrumbarse.
Debes hacerte una serie de preguntas
y tratar de responderlas con sinceridad. ¿Si pudieras volver a nacer que
profesión elegirías? ¿Qué actividad estarías dispuesto a hacer sin cobrar ni un
duro a cambio? ¿Haciendo qué actividad te sientes feliz? ¿Qué capacidades
tengo? ¿Qué destrezas o talentos tengo que me diferencian de la mayoría? ¿Qué
cosas hago mejor y más rápido que la mayoría? ¿Quiero hacer eso porque
realmente me gusta o porque quiero ganarme el reconocimiento ajeno? ¿Quiero tal
cosa porque me gusta o porque está bien visto por la sociedad? ¿Cuál es mi
definición de una vida exitosa? ¿Y de una vida feliz?
Para dar respuesta a estas preguntas
hace falta dedicar tiempo a reflexionar y tener mucho coraje, pues alguna
respuesta puede desmantelar toda tu vida de arriba a abajo. Pero mentirte a ti
mismo y vivir una farsa nunca te va a traer la felicidad y si no eres feliz que
coño te importa lo demás. A mí personalmente no me gustaría estar en mi lecho
de muerte diciéndome a mí mismo: “¡Pero qué cojones he hecho con mi vida! A mí
qué coño me importaba lo que pensaran los demás de mí o lo que la sociedad
considerara una vida exitosa”. Piensa en ello, pues aquí radica el meollo del
asunto.
2. Sé tú mismo sin importarte lo que los demás piensen de ti
Sólo vivimos una vez y la vida que
vivimos es nuestra y de nadie más. Vive tu vida a tu manera y no dejes que los
demás te digan cómo vivirla. Es tu especial personalidad la que te distingue de
los demás. El ser diferente no es algo malo sino, al contrario, es tu tesoro.
No dejes que la presión social te moldee a su antojo. Preserva tu identidad
porque es tu mayor activo. Tu esencia es tu encanto. Cuando muestras quien eres
sin tapujos, de una forma sincera y totalmente transparente, generas en los
demás una confianza que te acerca a ellos. Es la llave que te abre la puerta a
sus corazones.
3. Nada, absolutamente nada, merece poner en riesgo tu salud
Tu salud es lo primero, va por encima
de todas las demás cosas. Evidentemente, tú puedes decir anteponer otras cosas
a tu salud, pero ha de ser tu decisión consciente. Sin salud, aunque aún se
puede saborear la vida, ésta no sabe tan dulce. Así que la próxima vez que
vayas a hacer alguna locura piensa si realmente vale la pena correr el riesgo.
Imagínate una balanza y pon en cada lado lo mejor y lo peor que te podría pasar
de hacer la actividad. ¿Qué pesa más? Ahora ya eres consciente de los pros y
contras de lo que vas a hacer, ahora tú decides.
4. Cada día cuando te levantes muestra gratitud por lo que tienes
Saluda al sol cuando se asome por la
ventana. Levántate con una sonrisa y piensa en las cosas bonitas y de valor que
tienes en tu vida. Esa gratitud te pondrá en un estado de ánimo positivo que te
ayudará a afrontar el nuevo día. Piensa en tu hija pequeña, en tu madre, en tus
amigos, en tus experiencias vividas y, en definitiva, en cualquier cosa que te
haga sentir orgulloso y con ganas de luchar por ello. Antes de irte a dormir
mira las estrellas y despídete de la luna hasta el día siguiente.
5. Dedícale un tiempo cada día a pensar en la muerte
No quiero resultar siniestro pero
éste realmente es uno de los mejores consejos que puedo darte, déjame que te lo
explique. La muerte es un proceso natural de la vida al que tenemos que
habituarnos, tenemos que hacerla parte de nosotros. Debemos tenerla siempre
presente ¿Por qué? Porque es el recordatorio de que nosotros estamos aquí de
paso y que, por ello, hemos de hacer todo lo posible para extraer de la vida
todo su jugo. Será el empuje que necesitarás cuando el temor te retenga de
hacer lo que quieres y de luchar por lo que anhelas. Además, te ayudará a
prepararte para la muerte. Mejor morirse con una sonrisa de paz y satisfacción
que con cara de susto. ¿No crees? Los samuráis conocían este secreto, yo lo
aprendí de ellos y, ahora, lo comparto contigo.
6. Apunta siempre alto en tus aspiraciones
Si apuntas alto en la vida puede que
no consigas todo lo que aspiras pero de bien seguro que conseguirás mucho más
que si apuntas bajo. El conformismo es la droga del perdedor. No te dejes
abatir por el fracaso, pues el éxito puede estar justo en la siguiente parada.
Ten claro lo que quieres y trabaja duro para conseguirlo, es lo único que te
hace falta para llegar a lo más alto en cualquier esfera de la vida.
7. Acostúmbrate a hacer cosas que te disgusten
Es la mejor manera que conozco de
decirle a tu perezoso “yo” que aquí quien manda eres tú. Haz la cama después de
levantarte; limpia los platos después de comer; estudia media hora más; pedalea
un kilometro más, y un largo etc. Son sólo unos ejemplos de cómo puedes
entrenarte para reducir la resistencia a hacer aquellas tareas que tendrás que
afrontar en tu día a día. Es lo que yo llamo desarrollar la capacidad de
sufrimiento.
8. Afronta tus miedos
Nuestros miedos nos reprimen de hacer
lo que queremos, nos impiden alcanzar lo mejor de nosotros mismos y, con ello,
nos cierran la puerta al verdadero camino de la felicidad. El éxito es para los
valientes. La mejor manera de ahuyentar nuestros medios es mirándolos
directamente a “los ojos” (imagínate que es un lobo) y correr hacia ellos con
determinación. Créeme, se irá corriendo como alma que lleva el diablo. Sólo
libre de miedos (o manteniéndolos a raya) podrás dar el 100% de tus
capacidades.
9. Acostúmbrate a lo inevitable
A veces las cosas no vienen como uno
espera. ¿Por qué yo? Da igual el porqué pues la realidad es que “eso” ya está
aquí y es para quedarse. Acostúmbrate al mal que te aflige, convive con ello y
no te rindas. Sigue buscando caminos para tu liberación pero afronta con
serenidad la posibilidad de que nunca te desembaraces de lo que sea que te
aflige. La resistencia constante no hará nada más que hacer más profunda tu
herida emocional. Ahora más que nunca tienes que saludar el día con una sonrisa
y vivir la vida lo mejor que puedas. Los consejos que siguen te serán de gran
ayuda.
10. Nunca pierdas la esperanza
La esperanza por conseguir lo
anhelado es el motor de nuestras vidas. Es la mecha que permite que nuestra
llama siga su camino. En cuanto pierdas la esperanza tu vida carecerá de
sentido y será el fin. Siempre hay luz para la esperanza. Pon todo tu empeño
para conseguir lo que anhelas paso a paso y, de no poder lograrlo, al menos
habrás sido un digno representante del género humano. En última instancia, siempre
cabe un milagro. Así que mira al frente, sigue andando y no pierdas la
esperanza.
11. Implementa buenos hábitos en tu vida y practícalos día sí y día
también
Son los hábitos los que van a marcar
la diferencia a lo largo de tu vida. De nada sirve hacer una actividad de forma
obsesiva durante dos semanas si luego ya no se sigue practicando. Los hábitos
se crean practicándolos cada día, si puede ser en parecidas circunstancias
(hora y lugar), y durante un tiempo no demasiado largo, pues lo contrario agota
y lo que agota molesta, por lo que se nos hará más difícil implementar el
hábito. Mi consejo para implementar un buen hábito es que lo hagas cada día y
empieces por dedicarle un espacio corto de tiempo. Poco a poco el tiempo que le
dedicas debe ir incrementándose hasta que estés satisfecho con los resultados
que de él obtienes. Implementado un hábito te será más fácil implementar nuevos
hábitos en tu vida.
12. Pasito a pasito se llega más lejos
Estoy seguro que ya conoces el cuento
de la tortuga y la liebre. Pues sé tortuga y olvídate de correr rápido, pues
las cosas que merecen la pena cuestan mucho esfuerzo y corriendo rápido también
te cansas rápido. Paso a paso es como llegarás algún día al destino deseado. Es
como el que quiere levantar 50 kilos sin haber entrenado nunca antes. ¿Qué
pasará? Pues que no tan sólo no los levantará sino que además se romperá por la
mitad. Eso mismo vale para cualquier esfera de la vida. No trates de correr más
de la cuenta si no quieres acabar mal parado.
13. Despiértate antes
A día de hoy yo me despierto a las
6:30 am. No es que sea muy pronto pero tampoco tengo necesidad de más. Para mí
lo ideal es despertarse cuando empieza a salir el sol. Así es como está escrito
en nuestros genes después de cientos de miles de años de vida sin electricidad.
No es natural, ni bueno para nuestra salud, el quedarse muchas horas despierto
por la noche. Pero no tan sólo por salud, que no es poco, sino también por la
productividad que se gana. Despiértate antes (no antes de las 5 am, pues tampoco
eso está escrito en nuestro genes) y a las 10 am, cuando la gente justo empieza
a trabajar tú ya habrás hecho gran parte de las tareas que tuvieras asignadas.
Además, la tranquilidad de las primeras horas del día es perfecta para meditar,
reflexionar y trabajar.
14. Vete a dormir a una hora prudente
Intenta evitar por encima de todo
quitarte horas de sueño. Si te despiertas pronto duérmete pronto. Acostumbra a
tu cuerpo a un horario y respétalo. Tu cuerpo es como un reloj que si no lo
tocas mucho no necesitará los ajustes de un relojero (y quien dice relojero
dice médico).Cada persona es un mundo en cuanto a las horas que necesita para
tener un descanso adecuado. Tú sabrás cuál es el tuyo. El mío, por ahora, son 6
horas y media. Exacto, me voy a dormir a las 12 pm. Aunque eso no quita que de
vez en cuando alargues la hora de irte a dormir. Todos tenemos derecho a salir
por la noche a divertirnos de vez en cuando .
15. Resérvate un rato cada día para pensar
Ordenador, televisión, trabajo,
pareja, niños, y demás pasatiempos u obligaciones llenan nuestras ocupadas
vidas. Estas actividades y tareas se adueñan de nuestro tiempo y sin darnos
cuenta este pasa sin que nos detengamos ni un instante para pensar, planificar
y reflexionar. El mejor momento para hacerlo es o bien a primera hora de la
mañana justo después de despertarnos o bien a última hora de la noche antes de
acostarnos. El silencio será el compañero ideal de nuestros pensamientos. Verás
como dedicando sólo media hora al día (una hora sería mejor) a planificar y
pensar sobre las cosas que te interesan pronto obtendrás resultados. La
claridad de ideas se traducirá en saber mejor quien eres tú y qué es lo que
quieres de la vida. Cuando el faro alumbra la niebla del camino desaparece,
asimismo pasará con el camino que tienes que recorrer para conseguir lo que
quieres. Una vez sepas quien eres y qué quieres planifica cómo conseguirlo.
16. Cada cosa a su tiempo y en su sitio
El trabajo se hace en el lugar de trabajo
y en horario de trabajo. Acostumbrarse a llevar trabajo a casa es un grave
error. La casa es para descansar y pasar rato con tu familia no para encerrarte
en tu cuarto trabajando hasta altas horas de la mañana. ¿Cómo solucionar esto?
Hay que ser productivo en el trabajo, de lo contrario siempre nos quedarán
tareas pendientes por hacer. En este mismo blog encontrarás muchos y muy buenos
consejos de productividad personal pero, sin duda, yo te recomiendo leerte y
aplicar día sí y día también lo explicado en el artículo: Las Dos Grandes Leyes
de la Productividad. Aquel que trabaje en casa tiene que
establecer un horario bien claro de trabajo y mantenerse fiel a este. Asimismo,
debería utilizar una habitación únicamente para trabajar. Cuanto menos se
mezclen el trabajo y la vida fuera del trabajo mejor. En resumen, cuando acabes
tu jornada laboral debes de desconectar completamente del trabajo, de lo
contrario tu salud física y mental se resentirá.
17. Sal de excursión a la naturaleza
Una vez a la semana o cada dos,
habría que salir de excursión, solo o acompañado, a algún sitio en el que se
esté en contacto directo con la naturaleza. Ya sean a la montaña o a la playa
las excursiones nos ayudan a desconectar del ajetreo diario. Respiras aire
puro, alegras la vista y tonificas los músculos. ¿Qué más se puede pedir?
Algunos de los recuerdos más bonitos de mi vida tuvieron lugar en una de esas
excursiones. El ser humano vivió durante milenios en contacto con la
naturaleza, es nuestro hábitat natural, y así lo tenemos escrito en nuestros
genes. Cada vez que estoy en contacto con la naturaleza percibo una conexión
especial con lo más profundo de mí. Los sonidos de las gaviotas, el aroma de
mar, el tacto de la arena entre mis dedos, etc. ¿A que son imágenes que
despiertan tus sentidos? Pues imagínate el bien que hace estar allí cada cierto
tiempo. Es una inmejorable terapia natural contra el estrés.
18. Haz ejercicio cada día
El ejercicio moderado pero constante
es la mejor medicina natural que existe. Haz un poco de ejercicio cada día, si
puede ser antes de las 4 pm, y tus pilas se cargarán de la energía que
necesitas para afrontar la jornada. Tu bienestar mejorará notablemente, dormirás
mejor, podrás aumentar tu círculo de amistades y, por si todo esto fuera poco,
tu aspecto será la envidia de tus amigos. La clave para no desistir al mes de
empezar es desarrollar el hábito de entrenar desde el día uno, sin fallar
ningún día (salvo excepciones), durante no mucho rato y a un ritmo moderado. Yo
a día de hoy intento ir cada día, durante 1h-1h 30min, y mi entreno se compone,
básicamente, de 15 min de bicicleta a ritmo moderado, 20 min estiramientos y 40
min de pesas. Recuerda, moderación y constancia son la clave del entreno
saludable.
19. Menos es más
Aplica esta regla para casi todo
aquello sobre lo que tengas dudas en relación a la cantidad ideal. Una
exposición cuanto más corta y clara mejor. Elige comer como un asceta antes que
como un rey. Un libro corto que condense su doctrina mejor que uno largo que lo
único que hace es dar vueltas al mismo asunto. Elimina todo lo que no aporte
nada de valor y deja la esencia.
20. Sigue una alimentación sana
Hoy tenemos suficiente información
como para saber que es sano y que no. No hace falta ser lumbreras para tener
una dieta equilibrada. ¿Los beneficios? Innumerables en comparación con el mal
que nos produciría comer basura. En tu dieta debe haber (1) legumbres, (2)
verduras, (3) frutas, (4) pescados, (5) carnes y (6) pastas. Debiendo consumir
de las primeras más cantidad que de las últimas. El desayuno debe ser
sustancioso, picar algo a media mañana, comer con moderación, merendar si
tienes hambre (no bollería sino frutas) y cenar verdura, pescado o frutas. Así
al menos es como yo lo hago y me va bien. Olvida los complementos vitamínicos,
son un sacacuartos, salvo que un análisis de sangre demuestre una carencia
significativa de algún parámetro.
21. Todo cambia
¿Estás pasando por un mal momento? No
desesperes ni caigas en una profunda depresión por ello porque todo cambia,
nada es permanente. Hoy estás abajo pero mañana puedes estar arriba. Mira hacia
atrás y piensa las vueltas que ha dado la vida para ti. ¿Quién te lo hubiera
dicho a ti por aquel entonces que las cosas irían como finalmente han ido? Las
células de nuestro cuerpo cambian constantemente, se nos cae la piel y vuelve a
crecer, nuestras emociones cambian, las circunstancias cambian constantemente,
todo, en definitiva, cambia. Piensa en la serpiente que abandona su vieja piel
para enfundarse en la nueva. Si estás en la cima estate alerta no vayas a caer
con el cambio. Si estás en el hoyo prepárate para subir la escalera cuando
aparezca. Pero ojo, no te duermas en los laureles porque la ventura está para
quien la busca.
22. Sé positivo
La vida es como un espejo que refleja
lo que en ti percibe. Si eres una persona positiva te pasarán cosas buenas y si
eres negativa cosas malas. Tan simple como eso. Es tu percepción de las cosas
la que dice si algo es bueno o malo. Lo que unos ven como un problema otros lo
llaman desafío. La vida puede ser infierno o cielo, todo depende de con que
ojos las mires.
23. Evita a la gente tóxica
Me refiero a esa gente que sólo sabe
quejarse y ver las cosas por su lado negativo. Si te descuidas te arrastrarán
con ellos al fango. Rodéate en la medida de lo posible de gente con
aspiraciones, sueños y que irradien positividad. Los estados de ánimo se
contagian. Selecciona muy mucho a quien dejas entrar en tu círculo íntimo de
amistades pero no te vuelvas hermético a conocer nuevas personas.
24. Se lo más sociable que puedas
La timidez no te traerá nada bueno.
Conoce nuevas personas, habla con ellas, descubre sus aficiones y aspiraciones.
Comparte experiencias con las que te inspiren positividad y alegría. ¿Cómo
conocer gente nueva? La forma más fácil es hacer actividades en grupo o estar
en un sitio con otras personas por un tiempo determinado. Por ejemplo:
discotecas, pubs, deportes de equipo, en el puesto de trabajo, en la
universidad, en talleres, en viajes organizados y, cómo no, en las redes
sociales. Y, lo más importante, no esperes a que sea la otra persona la que dé
el primer paso, sé tú quien lo dé. No pienses en qué pensará o en si te
rechazará o algo por el estilo. Simplemente di hola, lo demás fluirá. Con
práctica cada vez te resultará más fácil conocer gente nueva. No te cierres en
ti mismo/a, ábrete al mundo. La vida gana enteros si se comparte con excelentes
personas. Este es un momento ideal para ampliar tu círculo de amistades
diciéndome “Hola” via Twitter o Facebook.
25. Busca un nuevo hobby
A mí me gusta decir que los hobbies
son la salsa de la vida. Es lo que le da el gusto a la pasta blanca. ¿Qué
estarías dispuesto a hacer aunque nadie lo supiera? Eso es un hobby, sin
importar que piensen los demás tú lo haces con gusto. Las posibilidades son
muchas, prueba varias hasta que encuentres la que más te llene: deportes como
el tenis, el dibujo o la pintura, el cine, la buena lectura, tocar el piano,
escribir un blog, cocinar, el yoga y, en definitiva, cualquier cosa que se te
pueda ocurrir que haga que el tiempo que pases con ello sea el más entretenido
del día. Yo hubo una época que me obsesioné con el dibujo. Leía cuanto podía y,
sobre todo, practicaba como un poseso todo el día. Llego a tal punto mi
obsesión que empecé a mirar todo el mundo que me rodeaba con ojos de dibujante.
Me fijaba hasta el más mínimo detalle de las cosas para luego plasmarlas en
papel. Hoy he dejado aparcado ese hobby por otros, pero de él me llevo el
recuerdo de una de las épocas más maravillosas de mi vida y. como no, la
habilidad y los conocimientos de un dibujante decente.
26. Crea un blog
¿Has encontrado tu hobby? ¿Sabes ya
cuál es aquel tema del que podrías estar hablando horas sin aburrirte? Bien.
Crea un blog y escribe sobre él. Te ayudará a poner tus ideas en claro; te
forzará a crear cosas de valor útiles para los demás; ayudaras a otras personas
con lo que escribas; aportarás tu granito de arena al mundo; será tu pequeño
legado a la blogoesfera. Y, por si todo esto fuera poco, profundizarás en tu
tema y te convertirás en un experto. Poco a poco tu nombre será reconocido en
el campo sobre el que escribas y te solicitarán para que les asesores. Gracias
al blog conocerás gente con tus mismos intereses y te facilitará el expandir tu
círculo de amistades y contactos. Y quien sabe, si eres un buen blogger tal vez
consigas vivir de tu nueva afición.
Aquí te dejo mis mejores consejos
para que llegues a la cima de la blogoesfera: Los
10 Mandamientos del Buen Blogger
27. Cambia de trabajo
Si estás quemado de tu trabajo o
simplemente ya no te llena como lo hacía antes cambia de trabajo. “Sí, como si
fuera tan fácil cambiar de trabajo”. Sí, sí que lo es y yo te diré cómo:
simplemente nunca dejes de buscar trabajo. Esto quiere decir que aunque tengas
un trabajo y estés a gusto en éste no dejes de olfatear otras oportunidades de
trabajo que te puedan resultar más ventajosas o atractivas que la que tienes
ahora. Existe un libro muy bueno sobre el tema, que leí hace un montón de años,
titulado: “Quién
se ha llevado mi queso”. Va de dos ratones, uno se contenta
con el queso que tiene y se despreocupa de la incertidumbre del futuro y, el
otro, que aún y tener queso suficiente para una buena temporada decide salir en
busca de más habitaciones con queso. Recomiendo su lectura, sobre todo para
aquellos que se sientan contentos y tranquilos con el trabajo que tengan.
Por lo tanto, busca siempre trabajo
y, ya sea porque llegan tiempos difíciles o porque te apetece, elige aquel
trabajo que más te guste o, al menos, ten ya el trabajo hecho de búsqueda que
seguro que te ahorra mucho tiempo. Es una buena forma de coger la sartén de tu
carrera profesional por el mango.
28. Crea un negocio propio
Hoy es más fácil que nunca crear un
negocio propio. Los costes se han reducido notablemente y las opciones son
muchas. Si no quieres depender de las decisiones de tus superiores esta es la
mejor forma de tomar las riendas de tu salud económica. Los ciclos económicos y
la situación de los mercados influyen pero, en última instancia, el factor determinante
del éxito o fracaso de tu negocio será tu aportación, tu dedicación y tu
capacidad para motivar a los demás (si es que hay más gente trabajando
contigo). Las olas dificultan la navegación pero un buen capitán puede salvar
hasta el más salvaje de los oleajes. Así que coge el timón y a toda vela
bucanero
29. Haz de tu pasión tu negocio y no al revés
Si aquello que más te gusta hacer,
que lo harías aunque nadie te diera un centavo por tu trabajo, lo conviertes en
tu negocio, las posibilidades de triunfar y ser feliz con tu trabajo son muy
elevadas. Pregúntate a ti mismo en qué te gusta dedicar el tiempo libre; qué
cosa estás dispuesto a hacer aunque no cobres por ello; de qué son los libros
que te gustan leer; a qué te gustaría dedicarte si no trabajaras de lo que lo
haces; y un largo etc. Busca tu pasión y entonces busca formas de conseguir
dinero de ello. Créeme, estoy seguro que en cualquier caso (o al menos en un
90% de los casos) puedes encontrar formas de ganar dinero de tu pasión. Para
ello sólo necesitas visión comercial y constancia para mostrar al mundo que
eres un experto en la materia (un buen marketing ayuda).
En cambio, si pretendes forzar que tu
negocio o trabajo sea tu pasión, eso no hará nada más que dañarte mentalmente y
hacerte desgraciado. ¿Por qué? Porque dedicarás tu vida (sí tu vida, si tenemos
en cuenta la ingente cantidad de horas que nos pasamos trabajando) a algo que
realmente no te gusta. No sé tú, pero yo en mi lecho de muerte no quiero mirar
para atrás y pensar: ¡Dios mío qué coño he hecho con mi vida! Ojo, no estoy
diciendo que abandones tu trabajo. Lo que digo es que hagas lo posible para
asociar tu verdadera pasión con tu trabajo. Una opción es buscar otro empleo
más acorde con tu pasión y cuando lo encuentres cambiar a este. También puedes
trabajar en un negocio basado en tu pasión en horas fuera del trabajo (de 8 a
11 por ejemplo, o los fines de semana). Hazlo, pero con cabeza.
30. Vende tus subproductos
¿Necesitas generar una entrada nueva
de dinero? Para ello nada mejor que vender los subproductos de tu actividad.
¿Has pensado la cantidad de conocimientos que tienes que a alguien le pueda
interesar pagar por ellos? Puedes ofrecer talleres tanto online como offline;
ser consultor particular de tu campo; crear un blog y ganar algo de dinero con
él o darte a conocer (beneficios indirectos); escribir y vender ebooks o
libros; dar clases particulares; crear videos y vender online un curso; y,
vamos, lo que se te ocurra. Piénsalo bien, ¿estás desaprovechando tu actividad
o tu conocimiento? Yo digo que lo más seguro es que puedas sacar un dinerito
extra y, si te lo montas bien, tal vez hagas de tus subproductos tu fuente
principal de ingresos.
Aquí te dejo un artículo que de bien
seguro que te ayudará: Cómo Generar una
Fuente Alternativa de Ingresos de tu Actividad Empresarial
31. Cuida a tus trabajadores y ellos cuidarán de tu negocio
Si una pieza del engranaje falla todo
el mecanismo funcionará mal hasta que acabe por romperse del todo. Tus
empleados, desde el primero al último forman parte del engranaje de tu negocio.
Pon a las personas por delante de todo lo demás. Prioriza sus deseos por
delante de los resultados. Haz que se sientan a gusto en su puesto de trabajo.
Trata bien a tus empleados y estos tratarán bien a tus clientes, hablarán bien
de ti y de tus productos, pero no porque tú se lo hayas pedido sino porque
ellos quieren realmente hacerlo. ¿Cómo hacer que tus trabajadores se sientan
queridos? (1) Diles por favor
cuando les pidas algo. Es señal de respeto. (2) Dales las gracias con sinceridad. Verán que les
aprecias. (3) Conoce sus sueños
y objetivos y ayúdales a conseguirlos. (4) Interésate por ellos y por sus vidas. (5) Comparte experiencias dentro y fuera
del trabajo. Pero recuerda, haz todo esto por ellos y no por ti. Cuando des no
esperes recibir nada a cambio. Dar para recibir es ser un manipulador. Dar para
ayudar de corazón es ser una buena persona. Llegado el día ¿a quién crees tú
que tus empleados van a apoyar? ¿A un manipulador o a una buena persona que día
tras día mira por el bien de ellos?
Si te ha gustado este consejo y
quieres profundizar más en lo que en este explico te resultará muy interesante
el siguiente artículo: Los
Secretos de la Verdadera Motivación Descifrados
32. Vive una vida frugal
Más bienes, más posesiones, más de
todo sólo te va a causar más molestias, más dolores de cabeza y más
frustración. Una vez se entra en la espiral de consumismo salir del poder de su
fuerza de atracción resulta casi imposible. Siempre se quiere algo más, algo
que tiene tal persona, algo que me hará lucir lo que realmente merezco, algo
que finalmente me hará disfrutar de la vida. Todo es erróneo. Cubiertas las
necesidades básicas todo lo demás es superfluo. Acostúmbrate a vivir en
condiciones de frugalidad, eliminando todo aquello que sea prescindible de tu
vida. Con ello simplificarás tu vida, ahogarás el deseo del consumismo
compulsivo y empezarás a disfrutar de las cosas más mundanas, que generalmente
son las más baratas sino gratis.
33. Son las pequeñas cosas las que hacen de la vida un viaje agradable
Olvídate de Ferraris y de yates. No
te atormentes por el tamaño de tu piso o por sus vistas. Deja de obsesionarte
por la escuela de negocios que te va a aceptar para hacer un MBA. Todo eso da
igual, pues eso no te va a dar ni de largo la satisfacción que te reportan las
pequeñas cosas de la vida: ver un partido con los amigos; comer con tu copita
de vino; hacer una excursión por la montaña; darte un chapuzón en el mar;
disfrutar de la compañía de tus hijos; leerte la última novela de tu escritora
favorita; sentarte a escribir tu libro; ir al cine con tu pareja, tener una
cena romántica y tomar los postres juntos. Nada de esto es caro ni lujoso o, al
menos, no hay necesidad de que lo sea. Estarás de acuerdo conmigo que son estas
últimas cosas y no las primeras las que hacen de la vida algo que merece la
pena vivir.
34. Lucha por algo que realmente te merezca la pena
Debes de tener muy claro el por qué
luchas cada día de tu vida. Sin un fin último que guíe todas y cada una de tus
acciones tu motivación puede desfallecer en cualquier momento. Sin una
verdadera motivación que arda en tu interior cada mañana cuando te levantes
corres el riesgo de rendirte ante los golpes que da la vida. El camino está
lleno de obstáculos y la única forma de llegar a buen destino es saber a dónde
se pretende llegar. Asimismo, cuando tengas clara la razón de tu vida podrás
inspirar a otros para que te sigan, tu pasión será tu bandera y tu dedo, como
el de Colón, señalará la tierra prometida. No seas un autómata. Sigue el camino
que marca tu corazón. ¿Y tú por qué luchas?
35. Determina con claridad tus prioridades en la vida
¿Cuáles son las 5 cosas que tienes o
que quieres tener más importantes para ti? Centra la mayor parte de tu tiempo
en hacer actividades que vayan encaminadas a la conservación o a la obtención
de cada una de estas prioridades. Todo lo demás es superfluo, elimínalo de tu vida
o destínale una parte residual de tu tiempo. Por ejemplo, una de mis
prioridades es llegar a ser escritor. Por ello, cada día destino una parte de
mi tiempo a la consecución de esta prioridad. Otra de mis prioridades es ayudar
en todo lo posible a que mi familia sea feliz. Por ello, parte de mis esfuerzos
diarios es a hacer propiciar las condiciones necesarias para que su felicidad
sea posible. Otra de mis prioridades es mi salud. Por ello, sigo una dieta sana
y cada día destino un tiempo determinado a ejercitarme. Algunas tareas que he
eliminado de mi vida, para ganar tiempo para lo que realmente me importa, son:
el consumo de televisión (salvo los Simpsons y algunos partidos de fútbol); la
lectura de revistas; he reducido mis salidas nocturnas; el consumo de alcohol;
uso del Messenger; etc. Establece las prioridades de tu vida, elimina o reduce
todo lo demás y, con ello, implantarás los hábitos del éxito y de la felicidad.
36. Simplifica tu economía
Gasta menos de lo que ingreses. Lleva
tu contabilidad personal durante un mes. Señala en una libreta u hoja tus
ingresos y gastos. Mírate la lista de gastos y hazte la siguiente pregunta:
¿Cuáles de estos gastos es prescindible? ¿Qué gastos puedo eliminar de la
lista? Empieza a eliminar todo aquello que realmente no necesites o que te
aporte muy poco para la obtención de tus prioridades o para hacer de tu vida
más feliz. No confundas capricho con gasto necesario. No vuelvas a gastarte
dinero en conseguir lo tachado en la lista.
37. Simplifica tu trabajo
Empieza a trabajar antes que los
demás. Pero no un poco antes sino mucho antes. Mientras los demás le están
dando a la húmeda y tomándose su cafetito matutino tú ya estarás enfrascado en
trabajo relevante (no tareas de bajo valor como ver tu email o twittear). Que
no te interrumpan tus compañeros. Di
No a las interrupciones. Haz una lista con tus tareas más
importantes (no más de tres). Dedica tu tiempo de trabajo a hacerlas. Si las
acabas puedes dedicar el tiempo que te ha sobrado a tareas menos relevantes.
Establece un límite claro para acabar esas tareas importantes. El límite debe
ser inferior a tu jornada laboral. Limpia tu mesa de todo aquello que sea innecesario.
Pon una bandeja en tu mesa y coloca una encima de la otra todas las tareas
pendientes y todas aquellas que te vayan llegando. Ordena las tareas pendientes
de la bandeja según su urgencia y su importancia. Hasta que no acabes una tarea
no pases a la otra.
Si te ha gustado este consejo te
recomiendo que te leas este artículo: Las
Dos Grandes Leyes de la Productividad
38. No pongas todos los huevos en la misma cesta
Nunca pongas todos los huevos en una
misma cesta. ¿Quién no te dice a ti que mañana las cosas habrán cambiado? Lo
único inmutable es que no hay nada inmutable, lo que hoy es blanco mañana puede
ser negro y lo que mañana es negro pasado mañana puede volver a ser blanco.
Explora siempre otras oportunidades de negocio; diversifica tus inversiones;
busca trabajo aunque ya tengas uno; expande tu círculo de amistades; y otras
medidas similares en cualquier esfera de tu vida. No dejes que el cambio te
coja con los pantalones bajados. Cuando este llegue debes tener donde poder
elegir o descansar tranquilo a sabiendas que tú estás cubierto.
39. Genera nuevas vías de ingresos
Hacer que toda tu economía se base en
una única vía de ingreso es poner en claro riesgo tu bienestar y el de los
tuyos. ¿Qué pasaría si se cortara el grifo? Ya te lo digo yo: te deshidratarías
y puede que al final perecieras de sed. No dejes que eso te pase a ti. ¿Cómo
generar nuevas vías de ingresos? Hazte las siguientes preguntas: ¿Qué subproductos
genera mi actividad que pueda vender? ¿Tengo conocimientos por los que la gente
estaría dispuesta a pagar por ellos? ¿Cómo puedo sacar provecho económico de
esos subproductos y conocimientos? Todos sabemos cosas que tienen valor para
los demás, tan sólo hay que ordenar esos conocimientos y ponerlos a disposición
de los demás por un precio razonable. Hoy en día, con el uso de la Red, es más
fácil y barato que nunca distribuir contenidos.
¿Te gustaría saber más sobre generar
vías alternativas de ingresos? Léete este artículo: Cómo Generar una
Fuente Alternativa de Ingresos
40. Estrecha los lazos con tus amigos cercanos
El ser humano es un animal social.
Los amigos son pieza fundamental de nuestras vidas y, por ende, de nuestra
felicidad. El ajetreo de nuestras vidas, la pereza, la dejadez, las
obligaciones y, en definitiva, cualquier obstáculo que nos distancie de
nuestros amigos cercanos hay que superarlo a toda costa. No dejes que las
relaciones con la gente que quieres se enfríen demasiado. Cada día que pasa te
será más difícil recuperar esa amistad. Hay que luchar por lo que vale la pena
y, créeme, esto la vale. Estar con los buenos amigos nunca es tiempo perdido.
Como diría el bueno de Lois L. Kaufman: “si plantas una semilla de amistad
recogerás un ramo de felicidad”. Y yo continuaría diciendo: “si no riegas las
flores que brotan de las semillas plantadas corres el riesgo de que se mueran
por falta de amor”. No pierdas más tiempo, da el primer paso tú y envía un
mensaje a aquellos buenos amigos con los que hace tiempo que no hablas y, si
vivís cerca, queda con ellos tan pronto te sea posible. No hay excusas.
41. Sé detallista con los que te quieren
No hay nada más fácil y más
gratificante, para ti y para la otra persona, que tener pequeños detalles con
los que te quieren. No hace falta gastarse ni un céntimo de euro para tener un
detalle, aunque si quieres puedes gastártelo, con un simple poema, una carta de
amor, un dibujo, el libro del que lleva semanas hablando, una cenita, invitarle
a ver un partido de fútbol y un largo etc. que dejo a tu responsabilidad. No
sólo me refiero con tu pareja, sino también con los miembros de tu familia
(padres, hermanos, abuelos, hijos, etc.). Un buen detalle tocará la fibra
sensible de la otra persona y no sólo le mostrará cuanto le aprecias sino que
además te abrirá las puertas a su corazón. El detalle tiene conectar con sus
sentimientos. Busca qué gustos tiene la otra persona, qué cosa le haría sentir
especial, y hazlo. ¿Te imaginas la cara que hará tu padre cuando le des un
pequeño detalle? ¿O tu madre cuando le leas un poema escrito en su honor? Su
sonrisa no tiene precio.
42. Trata a los demás como te gustaría ser tratado
Respeta y serás respetado. Odia y
serás odiado. Aborrece y serás aborrecido. Esto es así de simple. La vida es
como un espejo que va a reflejar lo que tú le muestres. Muéstrale una sonrisa
cálida y sincera y eso es lo que vas a recibir a cambio. Recuerdo que se hizo
un estudio hace unos años que decía que las personas cuando estaban cerca y,
más aún cuando interactuaban, se traspasaban los estados de ánimo. Es como un
mecanismo del cuerpo que capta las vibraciones del otro y adapta la reacción
según sean estas. Por ello, si quieres que los demás te traten con amabilidad
no descargues en ellos tu amargura o frustración. No te dirijas a alguien con
el ceño fruncido, con los puños cerrados y más serio que un palo. Pues eso
mismo es lo que tú vas a recibir. En cambio, acércate a las personas con una
sonrisa sincera, relaja tu cuerpo, suaviza tu voz, abre tus manos y tantos
otros detalles que seguro que se te vienen a la mente y que puedes controlar.
43. No es la cantidad de tiempo que pasas con tu familia lo que importa
sino la calidad
¿Te gustaría pasar más tiempo con tu
familia pero tus obligaciones te lo impiden? Yo diría que hicieras lo que
estuviera en tu mano para reducir el tiempo dedicado a tus obligaciones. Tal
vez buscar un trabajo al que tengas que dedicar menos horas (aunque te paguen
menos), o delegar tareas de tu negocio que ahora haces tú a otra persona. Si
por lo que sea eso no es posible, te va a tocar exprimir la naranja al máximo
para sacarle todo el jugo. El tiempo que pases con tu familia debe ser
auténtico, no dejes escapar el poco tiempo que pasáis juntos viendo cosas por
la TV o discutiendo de memeces. El tiempo es oro y el mañana, en contra de lo
que diga el título de la película de James Bond, si que muere.
44. La ilusión del tiempo
Este es un pequeño truquillo que voy
a compartir contigo. Cómo hacer que la sensación de la otra persona del tiempo
que has pasado con ella se deforme y le parezca más de lo que en realidad fue.
Pues muy fácil, en vez de estar con la persona 3 horas en un único periodo de
tiempo, conecta con ella varias veces a lo largo del día. No tienes porque
interactuar de forma física siempre. Por ejemplo, un mensajito por aquí, un
tweet por allá, una media horita con ella por el otro lado y una horita al
finalizar el día. En total: 1 hora y 35 min reales dedicados a esa persona.
Sensación de la otra persona: por lo menos 3-4 horas. Si te fijas es lo que
hacen muchas parejas. La gracia está en aplicar este truquito con todo el mundo
que tú quieras que tenga la sensación que pasas mucho rato con ellos.
45. El verdadero valor de las cosas
Las cosas son cosas y las personas
son personas. Nunca antepongas las primeras por las segundas. ¿Qué quiero decir
con esto? No le pegues un rapapolvo histórico a tu hijo porque se le cayó algo
en el sofá nuevo. La correcta formación de la personalidad no se construye a
base de rapapolvos. Lo mismo vale para cualquier otra persona. Asimismo, con
esto me refiero a que no vale la pena martirizarse por querer algo y no poder
conseguirlo; o querer conservar intacto un bien que nos es de mucho aprecio; o
matarnos a trabajar no porque amemos nuestro trabajo o porque realmente lo
necesitemos, sino para conseguir bienes materiales que creemos que harán de
nuestra vida el justo merecimiento de nuestra persona. Recuerda, las cosas son
cosas y nada más. Conseguirlas no sólo no lleva verdadera felicidad sino que,
como diría Buda, su deseo suele ser la causa de la infelicidad. Y como ya debes
saber, una vez consigues lo que quieres… ¡sorpresa! Ahora quieres otra cosa un
poquito mejor. Por ello, no caigas en la trampa del consumismo, vive una vida
lo más frugal que puedas y disfruta de los pequeños placeres de la vida.
46. Viaja con la máquina del tiempo
A todos hay una época de la historia
de la humanidad en la que nos hubiera gustado vivir o que nos llama mucho la
atención. Puede ser tanto atrás como adelante en el tiempo. A mí me fascina la
época de la antigua Grecia y el futuro (3 o 4 generaciones después de mí). Por
ello, todo lo que tenga que ver con los grandes filósofos de la Edad Antigua,
así como con las grandes batallas de aquella época y las biografías de sus
personajes ilustres, me reporta una inmensa satisfacción su aprendizaje. Es
como vivir una vida paralela a la presente pero en otro tiempo. La lectura de
libros sobre y de la época no sólo ha ayudado a formar mi carácter y a
desarrollar mis habilidades de razonamiento y de escritura, sino que además han
sido algunos de los mejores ratos que he pasado en mi vida. Créeme, no tiene
nada de aburrido conocer cómo fue la conquista de Persia por Alejandro, o el
juicio que acabo con la vida de Sócrates, o los discursos de Demóstenes, para
algunos el mejor orador de todos los tiempos. Haz lo propio, descubre cuál o
cuáles son tus épocas predilectas y sumérgete en ellas. Lee libros, visiona
películas, escribe tus propios relatos, y cosas por el estilo. No sólo
aprenderás como una esponja sino que disfrutarás como un niño.
47. El arte de saber qué leer y cómo leerlo
¿Qué leer? A lo largo de mi vida he “tirado” mucho tiempo leyendo cosas de calidad
dudosa. El tiempo que tenemos para leer no es ilimitado. Selecciona
cuidadosamente lo que lees. Mi recomendación es que vayas a por lo seguro.
Guíate por consejos de gente en quien confíes, o de tu lectura de reseñas u
opiniones, pues estas rara vez fallan. Ahora bien, no por ello dejes de leer
cosas nuevas que, aunque no sean consideradas obras maestras, te puedan
resultar útiles o entretenidas. Guíate por tu interés y por la utilidad que
creas que puedes extraer del libro o e-book.
¿Cómo leer? “Pero bueno, ¿es que ahora me vas a decir que no sé leer?” Tú sabrás,
yo tan sólo quiero compartir contigo unos consejitos: (1) siempre cuando se lee
hay que tener lápiz en mano para subrayar y hacer anotaciones en los márgenes.
(2) déjate de leer demasiado rápido, no te enterarás de nada. Deja tiempo a
digerir lo que lees. Si hace falta releer se relee. Si hace falta parar unos
segundos para reflexionar se para. Eso de leer más de 2000 palabras por minuto
son paparruchas. Qué estrés Dios mío. (3) la relectura tiempo después de
haberlos leído por primera vez de libros que son joyas es altamente
recomendable. Fijarás conceptos en la mente y profundizarás en sus enseñanzas.
48. Interactúa con el mundo que te rodea
Este consejo es un poco diferente del
resto pero creo que merece la pena que lo conozcáis. Las personas estamos tan
centradas en nosotros mismos que creemos que todo lo demás es un decorado
inanimado. El mundo a tu alrededor tiene vida, respira igual que tú o yo sólo
que no somos conscientes de ello. Este consejo trata precisamente de eso: de
recuperar la sintonía con el mundo. A continuación te doy algunos trucos para conseguirlo:
·
Meditación: Una vez al día (ideal) o una vez a la semana (mínimo) hemos de dedicar
al menos 15 minutos para meditar. ¿Cómo meditar? Simplemente siéntate en un
lugar tranquilo, sé consciente de cómo el aire entra por tu nariz y sale a una
velocidad constante y trata de mantener la mente callada, sin pensamientos. Sé
tu propio maestro de meditación. Una idea que me gusta sentir cuando medito es
la siguiente: “yo formo parte del Universo y el Universo forma parte de mí”; o
dicho de otro modo, “yo soy el Universo y el Universo soy yo”. Esta idea me
ayuda a entrar en el estado de conciencia que necesito para meditar.
·
Utiliza todos tus
sentidos con los elementos que te rodean: Los sentidos nos
ayudan a potenciar las vivencias que tenemos. Hemos de redescubrir el uso de
nuestros sentidos. Aquí unos ejemplos: anda descalzo por la arena; toca la
corteza de los árboles al pasar por su lado; huele el aroma del pan antes de
comerlo; abraza a tu pareja y huélele el cuello (no le muerdas, o sí ); toca a tu perro y siente
cómo se mueve su interior, siente su vida en la palma de tu mano; quédate un
buen rato sentado al lado de un cactus y déjate embargar por su quietud; juega
con las palomas; escucha detenidamente el canto de las gaviotas; observa su
vuelo; échate al raso a descansar en un bosque. ¿A qué huele? ¿Sientes el
airecillo en tu piel? ¿Qué sonidos identificas?; y muchas otras cosas por el
estilo que te hagan sentir que el mundo que te rodea está vivo y, más
importante, que tú también lo estás.
·
Empieza a dibujar,
pintar, hacer cine o sacar fotografías como hobby: Una de las etapas más bellas que recuerdo de mi vida fue cuando me
aficioné al dibujo. Recuerdo que por la mañana estudiaba Derecho y por la tarde
me hacía pasar por alumno de Bellas Artes. Aquí uno de mis bocetos (autorretrato) de aquella época. Por cierto, ahora tengo bastante menos
pelo . También me encanta el
mundo de la fotografía, aquí podéis ver algunas de mis mejores
fotos.
¿Qué tienen que ver estos hobbies con
interactuar con el mundo que te rodea?
Estos hobbies que te he enunciado te
van a ayudar a ver el mundo con ojos de artista. Tu mirada analizará cualquier
imagen, color y forma hasta el más mínimo detalle, y, poco a poco, empezarás a
detectar composiciones hermosas que puedes inmortalizar con tu lápiz, pincel o
cámara. Aparte de desarrollar tu pensamiento creativo que, por desgracia, suele
estar bastante abandonado, conseguirás también con el tiempo un agudo sentido
de lo estético. Estas dos nuevas habilidades marcarás la diferencia en tu
trabajo el resto de tu vida.
49. Vive en el ahora
Olvídate del pasado. No pienses en el
futuro. Lo único que realmente importa es el ahora. Si miras atrás hay
frustración por no poder cambiar los acontecimientos pasados o por nostalgia de
los momentos felices que ya o volverán. Si miras al futuro hay preocupación por
la incertidumbre. En definitiva, vivir en el pasado o en el futuro sólo produce
sufrimiento. ¿Cómo vivir en el presente? Algunos consejos: Intenta acallar tu
mente. Práctica unos minutos al día el silencio mental absoluto; interactúa con
el mundo que te rodea y siéntelo; identifica cuando tu mente empieza a viajar
al pasado o al futuro y tráela de vuelta al presente; medita; haz yoga; etc.
50. Be water my friend
Como diría el bueno de Bruce Lee: “be
water my friend”. Fluye como el agua y adáptate a las circunstancias. No es el
mundo quien debe adaptarse a ti, pues este ya estaba mucho antes de que tú
existieses, sino tú al mundo. Ahora bien, como el agua, debes adaptarte pero
sin perder tu esencia. Siempre debes de ser tu mismo y no lo que otros quieren
o te fuerzan que seas. No traiciones tus principios.
51. Actúa – Ahora te toca a ti
Lo dicho hasta aquí es paja si no lo
pones en práctica. Todo lo que puedas aprender de la vida no sirve
absolutamente de nada si no aplicas las enseñanzas a tu vida día tras día tras
día…
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